Restaurante de cocina vegana pequeño y familiar, en el madrileño barrio de Lavapiés. Fundado hace año y medio. Es pequeño y su ambiente es agradable. Avisaros que suele llenarse incluso para cenar entre semana, cuenta con apenas unas mesas. Aunque siempre tendrás la barra disponible para sus croquetas. Por suerte se piden por unidades sus croquetones —son grandes—.
Lo descubrí durante Tapapiés y tenía ganas de volver, ya que la experiencia cojeó en su momento. No se podía tomar mucho en cuenta ya que durante la ruta de tapas miles de personas visitan el barrio y no es buen momento para puntuarlas. Así que recientemente me he quitado la espinita, me pasé a probar las croquetas de su carta en un día a día normal.
Tienes croquetas de dos sabores: de espinacas con champiñones portobello y de cocido madrileño. Yo me quedo con las de espinacas, siempre en carta. Las de cocido las encontrarás en invierno, al llegar la primavera la sustituyen por otro sabor. Ambas son veganas —aquí todo es vegano—. Para su elaboración sustituyen la leche por caldo y el rebozado de la croqueta es un preparado casero de garbanzo.
AVISO: No son croquetas para puristas de bechameles cremosas. La de cocido se me hizo pesada, lleva garbanzo en su masa. No esperes encontrarte la típica bechamel en su interior, es una mezcla de ingredientes. Son grandes de tamaño. De comer en varios bocados. Os recomiendo su croqueta de espinacas con champiñones portobello, cebolla caramelizada y pistachos —es la que paso a puntuar—.
Su croqueta de espinacas es sabrosa. Me gustó bastante su sabor (4/5), es puro ingrediente hecho masa, los notas en cada bocado. Muy rica. Aunque he de decir —para mi gusto— que una masa mas cremosa la mejoraría (3/5), pero como os digo, es según gustos. Dorada, de rebozado crujiente y fino (4/5) que aguanta bien hasta el final. Aunque se ven gotas de aceite en el plato, no estaban especialmente aceitosas.
Por el contrario, la croqueta de cocido madrileño aunque de sabor es agradable se me hizo muy pesada. Demasiado compacta para mi gusto, su masa está elaborada con garbanzos. Es una croqueta diferente, no para todos los paladares. Su interior está elaborado con las verduras del cocido y chorizo de calabaza. No notas los tropezones, está todo como fusionado en su masa. Del tipo grumosa, no se hace suave al paladar.
Os recomiendo visitar Distrito Vegano por su croqueta de espinacas. ¡Os animo a probar una croqueta diferente!
Recomendación: Ganaron Tapapiés el pasado año con una de las que fueron mis tapas preferidas, por lo que os recomiendo dejaros aconsejar y aventuraros a probar su carta. Su croqueta de espinacas te da buenas expectativas del resto de platos.
INFORMACIÓN
C/ Doctor Fourquet, 32. <M> Embajadores y Atocha
Precio: 1,50€/ud
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